El regreso del bingo el juego que nos reunía en casa, ahora prende las noches en el corazón de Providencia

CORRESPONSAL / AGOSTO 6, 2025

Hay juegos que marcaron la época e historia de muchos chilenos. El bingo, por ejemplo, durante años fue sinónimo de sobremesas familiares, tardes en casa de los abuelos, lápices en mano y la ilusión de llenar el cartón con una sola palabra: “¡Bingo!”. 

Un rito casi generacional que parecía haber quedado en el pasado, pero que hoy reaparece, adaptado a una nueva forma de encuentro urbano.

En plena Zona Gourmet, el espacio gastronómico que forma parte del centro comercial VIVO Panorámico, durante cuatro jueves especiales: 3 de julio, 17 de julio, 31 de julio, próximamente 14 y 28 de agosto hará que cada persona que visite el lugar, tenga una tarde llena de emociones: mesas compartidas, DJ en vivo, descuentos en restaurantes y un animador conocido como El Maestro del Bingo, que se toma el micrófono como si estuviera en un festival. Además, la entrada es completamente liberada y el acceso es por orden de llegada.

Lo que parecía un simple panorama de centro comercial, se ha transformado en una instancia social cargada de nostalgia y humor. Jóvenes, adultos y familias se reúnen fecha tras fecha a revivir el juego que los unió en su infancia, esta vez rodeados de comida internacional y cócteles. 

Este tipo de experiencias no solo apelan a lo lúdico, sino que demuestran una tendencia creciente: la vuelta a los juegos de mesa, a lo análogo, a los encuentros donde la conexión pasa por mirar al otro y celebrar pequeños triunfos compartidos. En tiempos donde todo es digital, una ficha y un cartón pueden ser más terapéuticos que una pantalla.

“Quisimos recuperar la esencia del bingo clásico, pero darle un giro actual, con buena música, gastronomía y humor. La idea es que sea un momento para desconectarse del estrés del día y reconectar con algo tan simple como pasarlo bien”, explica María José Gatti, Subgerente de Comunicaciones de Malls & Outlets VIVO.

El evento —que ya se perfila como un imperdible de mitad de semana en Providencia— no solo apela a un clásico, sino que transforma un espacio gastronómico en escenario de encuentro y comunidad.

Porque quizás no hay que ir tan lejos para encontrar nuevas formas de disfrutar la ciudad. A veces basta con volver al origen, cantar un número, y gritar con ganas: “¡Bingo!”

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